miércoles, 28 de mayo de 2008

Las formas circulares



Presentamos algunas citas bibliográficas de autores provenientes de diferentes campos del conocimiento, la psicologia profunda, como C.G. Jung, los Estudios de las religiones, Mircea Elíade, la antropología americana, Carlos Sarasola. Esta síntesis pertenece a una ficha bibliográfica del 2007 de la cátedra de Etnomúsica de la Universidad del Salvador. Titular Lic. Elena Hermo. Adjunta: Mt. Gabriela Siccardi. Auxiliar extraordinaria: Mt. Soledad Rivas

Son importantes los vínculos teóricos que nos ofrecen estas disciplinas humanísticas que analizan desde diferentes enfoques, las expresiones simbólicas de diferentes culturas. Para la musicoterapia comunitaria son aportes que abren a nuevas articulaciones acerca de las estructuras sonoras y musicales repetitivas y circulares, aquellas que "modulan" los vínculos tempranos, acunamiento, arrorros, baño sonoro; las que aparecen en la narración de los cuentos, en los cantos y rondas de los juegos infantiles; los cánticos de marchas y movilizaciones y en las canchas de futbol; las fórmulas ritmicas que insisten en las improvisaciones, las que se utilizan con fines meditativos (plegarias, mantras) son algunos ejemplos.













COSMOVISION – TAMBOR CHAMANICO – CIRCULO MAGICO-CIRCULARIDAD

Cosmovisión

“La palabra cosmovisión me parece lo suficientemente comprehensiva para explicar la aproximación existencial que el indígena tiene acerca de la totalidad que lo rodea –incluyendo el universo-, así como las formas que adopta el hombre y la comunidad para relacionarse con él. Esto último es importante porque para el hombre indígena su vida cotidiana es una réplica del funcionamiento del cosmos y ambos planos, cotidianidad y cosmos, son partes esenciales de la cosmovisión” Carlos Martínez Sarasola
Una definición de cosmovisión de Köhler (1980): “En la cosmovisión de un pueblo se sintetizan de manera estructurada sus principales conceptos acerca de la forma y calidad del universo, de sus habitantes y de la posición del hombre dentro de ese sistema. Sobre todo en culturas tradicionales la cosmovisión sirve de modelo para varios aspectos de la cultura, como el patrón de asientos de los poblados, la organización de la sociedad y ritos de mucha índole. Por esto la cosmovisión influye de varias formas la vida rutinaria del pueblo respectivo.”



El Tambor chamánicoEl Tambor asume un papel de primer orden en las ceremonias chamánicas. Su simbolismo es complejo; múltiples sus funciones mágicas. Es indispensable para el desarrollo de la sesión, ya conduzca al chamán al “Centro del Mundo”, ya le consienta volar por los aires, ya convoque y “aprisione” a los espíritus, o ya, por último, que el tamborileo permita al chaman concentrarse y volver a establecer un contacto con el mundo espiritual que se dispone recorrer.
Por el hecho de que la caja de su tambor esta sacada de la propia madera del Árbol Cósmico, el chamán, al tañerlo, es proyectado mágicamente cerca de ese Árbol: es proyectado al “Centro del Mundo”, y por el mismo impulso, puede ascender a los Cielos.
Desde este punto de vista, el tambor puede ser identificado con el árbol chamánico de múltiples peldaños, por el cual el chamán sube simbólicamente al cielo.
Los tambores constituyen en efecto, un microcosmos: un límite “topográfico” que separa el Cielo de la Tierra, y en ciertos lugares, la Tierra del Infierno.
El redoble inicial de la sesión, destinado a evocar los espíritus y a “encerrarlos” en el tambor del chamán, constituye el momento preliminar del viaje extático. Por este motivo se dice que le tambor es el “caballo del chaman” (Yakutes, Buriatos)
El tambor chamánico se distingue precisamente de todos los demás instrumentos de la “magia del ruido”, porque hace posible una experiencia extática.

Mircea Elíade



EL CIRCULO, EL MANDALA

“Mandala: en sánscrito significa círculo y aun círculo mágico. Su simbolismo abarca todas las figuras que se disponen con céntricamente, circuitos alrededor de un centro, en redondo o en cuadrado y todas las disposiciones radiales o de forma esférica, para mencionar solo las formas mas importantes de la manifestación”


“Elijo la palabra mandala porque designa el círculo ritual o mágico que, especialmente en los lamaísmos y también en el yoga tántrico, se usa como Yantra, esto es como instrumento de contemplación. Los mandalas orientales, en su uso para el culto, son imágenes tradicionalmente establecidas, no solo dibujadas o pintadas sino también formadas por cuerpos, que se emplean en determinadas festividades.”
“El verdadero mandala es siempre una imagen interior que se construye paulatinamente mediante la imaginación (activa) y cuando sobreviene una perturbación del equilibrio psíquico o cuando no se puede encontrar un pensamiento…” “En todos los mandalas lamaístas predomina no solo un cierto estilo inconfundible sino además una estructuras tradicional. Por ejemplo, siempre se trata de un sistema cuaternario, de una quadratura circuli, cuyos contenidos provienen en todos los casos del dogmatismo lamaísta.
“para mi no existe ninguna duda de que en el Oriente estos símbolos tuvieron su origen en sueños y visiones y que no fueron inventados por algún padre de la iglesia Mahayana. Por el contrario, pertenecen a los más antiguos símbolos religiosos de la humanidad. Y tal vez ya se encuentren en el periodo paleolítico (téngase en cuenta los dibujos hechos sobre roca de Rodas)”.
“Los mandalas tienen gran importancia porque su centro contiene una figura de supremo valor religioso (…) Pues si no nos engañan todas las señales, esas cualidades (metafísicas) significan un centro psíquico de la personalidad que no es idéntico al yo”
Carl Gustav Jung

CIRCULARIDAD

El círculo como forma geométrica y la circularidad como idea, constituyen la representación mas acabada de la concepción de totalidad: desde el tiempo (los calendarios circulares como el azteca que nos proponen una idea del tiempo diferente, fundamentalmente no lineal, no una sucesión progresiva de acontecimientos) hasta ciertos rituales como la cabaña de sudar (“sweat lodge o inipi) e incluso la propia danza del sol de los indios norteamericanos, por mencionar solo algunos están llenos de manifestaciones circulares que son el símbolo de la totalidad.

Dice el jefe sioux Alce Negro: “habéis visto que todo lo que hace el indio lo hace en un circulo, y esto es así porque el poder del mundo siempre actúa en círculos, y todas las cosas tienden a ser redondas. En los días de antaño, cuando éramos un pueblo fuerte y feliz todo nuestro poder nos venia del circulo sagrado de la nación, y en tanto el círculo no se rompió el pueblo floreció. El árbol florido era el centro vivo del circulo y el circulo de las cuatro direcciones lo nutría […] Todo lo que hace el poder del mundo se hace en un círculo. El cielo es circular, y he oído decir que la tierra es redonda como una bola, y también las estrellas son redondas. El viento, en su fuerza máxima, se arremolina. Los pájaros hacen sus nidos en forma de círculo, pues tienen la misma religión que nosotros. El sol sale y se pone en un círculo. La luna hace lo mismo, y ambos son redondos. Incluso las estaciones, con sus cambios, forman un gran círculo y siempre regresan a donde estaban. La vida del hombre es un círculo de infancia a infancia, y así en todas las cosas en que se mueve el poder. Nuestros tipis eran circulares como los nidos de los pájaros y estaban siempre dispuestos en círculos, el circulo de la nación, un nido hecho de muchos nidos en el que el Gran Espíritu quisiera que cobijásemos a nuestros hijos. (Citado por Brown, 1983: 25)

Lo mismo ocurre con rituales mapuches como el Nguillatun (rogativa) en el cual toda la ceremonia se realiza durante tres días en una estructura de círculos concéntricos: El primero es el centro, lugar de las ofrendas, las oraciones y los danzantes; luego viene la “ramada” que es el conjunto de viviendas precarias en las cuales se instalan los distintos grupos familiares; después el círculo externo que envuelve todo el gran espacio ceremonial y alrededor del cual los jinetes cabalgan ritualmente varias veces al día; entre la ramada y el círculo central, los personajes representativos son invitados por el jefe de la comunidad anfitriona durante el almuerzo, los comensales se disponen en circulo; el Kultrum o tambor sagrado que se ejecuta permanentemente también es circular.

Carlos Martínez Sarasola


Las negritas, subrayados y cursivas son de la cátedra
BIBLIOGRAFIA:


Elíade, Mircea, El chamanismo, Fondo de Cultura Económica, México, 1960
Jung, Carl Gustav, Psicología y Alquimia. Santiago Rueda Editor, Buenos Aires, 1957
Sarasola, Carlos Martínez “El círculo de la conciencia. Una introducción indígena americana” en
El lenguaje de los dioses. Arte, chamanismo y cosmovisión indígena en Sudamérica. Editorial Biblos, Buenos Aires, 2004



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